viernes, 3 de abril de 2009

Dunkerque

A partir del siglo XVI, Dunkerque pasó a ser posesión, junto con el territorio de los Países Bajos españoles, de los Habsburgo españoles y estuvo disputada en diferentes ocasiones entre las coronas de Inglaterra, Países Bajos y Francia. Durante la guerra de Flandes (1568-1648) sirvió como base de operaciones a los corsarios de Dunkerque.
Durante el desarrollo de la guerra angloespañola y de la guerra francoespañola, la ciudad fue objeto en 1658 de un asedio por las fuerzas aliadas inglesas y francesas bajo el mando de Turenne. Tras la muerte del gobernador de la ciudad, Willem Bette, marqués de Leyde, los tercios españoles rindieron la ciudad, que pasó a estar bajo control inglés según lo acordado por Inglaterra y Francia en el tratado de París del año anterior.
El 17 de octubre de 1662 pasó definitivamente a soberanía francesa, cuando Carlos II de Inglaterra la vendió a Francia por 5.000.000 libras, aunque el pago no llegó a completarse.Durante el reinado de Luis XIV sirvió de base para un gran número de corsarios, el más famoso de los cuales fue Jan Bart, conocido por atacar a barcos holandeses. La construcción de los sistemas defensivos de la ciudad fue encargada al ingeniero militar Vauban.
Ya bombardeada durante la Primera Guerra Mundial, la ciudad padeció especialmente durante la Segunda. En 1940 fue escenario de la evacuación de más de 330.000 soldados franceses y británicos, estos últimos pertenecientes a la Fuerza Expedicionaria Británica, hacia Gran Bretaña, ante el avance alemán, en lo que fue conocido como Operación Dinamo.
El 14 de diciembre de 2002, el Tricolor, un barco noruego destinado al transporte de coches, chocó con el Kariba (registrado en las Bahamas) y se hundió, lo que representó un inmenso peligro para la navegación en el canal de la Mancha. Ya la noche siguiente el Nicola, barco alemán, tocó el naufragio y tuvo que ser remolcado para liberarse. El barco de bandera turca Vicky embarrancó el 1 de enero de 2003 con los restos del Tricolor, pero pudo marchar al subir la marea.