martes, 26 de mayo de 2009

Makis.

El maquis,también conocido como la guerrilla o GE (Guerrilleros Españoles), fue el conjunto de movimientos guerrilleros antifranquistas de resistencia en España que comenzó durante la Guerra Civil. El casi inmediato estallido de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a gran parte de los excombatientes republicanos en territorio francés; muchos de ellos se incorporaron a la Resistencia francesa. A partir de 1944, con los ejércitos alemanes en retirada, muchos de estos guerrilleros reorientaron su lucha antifascista hacia España. Pese al fracaso de la invasión del valle de Arán en ese año, algunas columnas consiguieron progresar hacia el interior y enlazar con las partidas que habían permanecido en el monte desde 1939.El periodo de máximo apogeo guerrillero fue el comprendido entre 1945 y 1947. A partir de este año se intensificó la represión franquista, que poco a poco fue terminando con las partidas o grupos. Muchos de sus integrantes murieron o fueron detenidos (lo que en muchos casos supuso igualmente la muerte), otros escaparon a Francia o Marruecos. En el año 1952 se procede a la evacuación de los últimos contingentes de importancia. Desde ese año, quienes aún resisten en el monte, negándose a elegir entre exilio o muerte, luchan ya casi exclusivamente por la supervivencia. El final del maquis lo marcan las muertes de Ramón Vila en 1963 y de José Castro en 1965.Los orígenes del maquis en España hay que situarlos en los contingentes humanos que, frente al avance de las tropas franquistas, van echándose al monte. Esto es, dada la inseguridad creada por la represión de los sublevados, son muchas las personas implicadas en movimientos políticos de izquierdas que deciden no entregarse, pasando a convertirse en lo que se dio en llamar huidos. Estas gentes, en ocasiones simples simpatizantes, se escondieron mayoritariamente en sus casas o casas de familiares, siendo en un principio una minoría la de los que buscaron refugio en las montañas. A estos primeros huidos se fueron añadiendo desertores y evadidos de penales y campos de concentración. Estos grupos dispersos fueron el germen de las posteriores agrupaciones guerrilleras.El carácter político de las guerrillas fue tan plural como lo había sido el bloque republicano en el transcurso de la contienda, con presencia importante de comunistas, socialistas y anarquistas. Sin embargo, por diversas causas, entre ellas el empeño del PCE hasta 1948, el predominio comunista fue ganando peso en relación a las demás corrientes.En el bando republicano pronto se toma conciencia de las posibilidades que ofrece una guerra de guerrillas en la retaguardia enemiga. La idea fructifica en la creación, a iniciativa de Juan Negrín, a la sazón jefe del gobierno y ministro de defensa, del XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero en octubre de 1937. Este nombre era el utilizado para el ejército republicano vasco hasta el desmoronamiento del frente del norte.Los objetivos de este cuerpo a corto plazo eran la interrupción de las comunicaciones y suministros tras las líneas enemigas y la realización de operaciones especiales. A largo plazo, se contemplaba la continuación de la guerra contra el franquismo en caso de derrota en los frentes convencionales.Al final de la guerra, había actuado en los frentes de Teruel, Andalucía, Extremadura y Toledo. La acción puntual de mayor envergadura fue la liberación, el 23 de mayo de 1938, de 300 prisioneros políticos asturianos en Fuerte Carchuna (Granada). A lo largo de 1938 y 1939 aglutinó a muchos de los huidos en Andalucía y Extremadura; sin embargo, no lo consiguió en las zonas donde los contingentes eran mayores, esto es, León, Asturias, Galicia y Cantabria. La derrota republicana conllevó la desaparición del cuerpo.El declive y desaparición del maquis español se debió a diversos factores. Por un lado, el devenir del contexto internacional, que conforme viraba hacia la Guerra Fría fue haciendo evidente que no se podía contar con la intervención extranjera en la lucha contra la dictadura. En este contexto se produce el cambio de estrategia del PCE, que abandona la vía guerrillera, suspendiendo el apoyo a las partidas.Por otro, la acción de las fuerzas franquistas fue generando un enorme desgaste en la población de las zonas guerrilleras. Las diferentes tácticas represivas iban desde las batidas a la utilización de "contrapartidas" guerrilleras para desenmascarar a los enlaces o la tierra quemada que pusieron en práctica en el Maestrazgo. La guardia civil desalojó amplias zonas de montaña donde encontraban apoyo, intentando con la evacuación de la población privar a la guerrilla de su sustento. El uso de la tortura fue una práctica habitual en los interrogatorios.El bloqueo informativo fue total. Por esta razón fuera de las áreas afectadas prácticamente se desconocían las actividades del maquis. En las escasas ocasiones en que aparecieron noticias en la prensa, éstas siempre se refirieron a los guerrilleros con el nombre de bandoleros, a fin de despojar sus acciones de sentido político.Poco a poco los guerrilleros se fueron quedando solos. En los últimos años se produjeron intentos de pasar a Francia para escapar del cerco. Las detenciones se sucedieron en estos últimos tiempos. Muchos guerrilleros y colaboradores fueron juzgados sumariamente y fusilados o encarcelados. Otros murieron a manos de la guardia civil en aplicación de la Ley de fugas.Aunque el periodo de mayor actividad guerrillera comprende desde 1938 hasta comienzos de la década de los 50, algunas partidas continúan en pie de guerra, cada vez más acorralados. El final lo marcan las muertes a balazos de Quico Sabaté en el 60; Ramón Vila, Caracremada, en el 63, ambos en Cataluña, y José Castro Veiga, Piloto, en Galicia en marzo del 65.

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