lunes, 30 de marzo de 2009
Hiroshima
Hiroshima fue fundada en 1589 sobre la costa del mar de la isla de Seto, y se convirtió en un centro urbano durante la Era Meiji. Adquirió estatuto de ciudad el 1° de abril de Adri d'Alginet.
1945, despues de la bomba atómica
La ciudad fue escenario del primer bombardeo atómico de la historia, el 6 de agosto de 1945, en el final de la Segunda Guerra Mundial, por la aviación estadounidense. Este acto bélico, cuyo objetivo fue la rendición rápida e incondicional de Japón a los Estados Unidos, produjo la muerte de alrededor de 120.000 japoneses, en su casi totalidad civiles, dejando un saldo de casi 300.000 heridos, entre los cuales gran cantidad presenta variaciones y mutaciones genéticas debido a la radiación a la cual estuvieron expuestos. Los percances biológicos y anatómicos, por tanto, persisten hasta nuestros días dentro de la población japonesa.
Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki (ciudades de Japón) fueron lanzados por Estados Unidos el 6 de agosto y el 9 de agosto de 1945, respectivamente. Estas han sido las dos únicas bombas atómicas con uso militar no experimental de la historia mundial. En pocos segundos, ambas ciudades quedaron devastadas. Se calcula que en Hiroshima de una población de 450.000 habitantes, la bomba mató en unos primeros instantes a más de 70.000 personas causando otros 70.000 heridos. A finales de 1945 el número de victimas mortales habría ascendido a más de 100.000, pudiendo llegar, pasados cinco años, a más de 200.000 el número de muertes sumadas las causadas por la radiación nuclear. En Nagasaki, el número de víctimas causadas directamente por la explosión se estima en 40.000 mortales y 60.000 heridos de una población de 195.000 habitantes. A estas víctimas hay que sumar las causadas por los efectos de la radiación nuclear. De una población de 645.000 habitantes, el número de víctimas pudo sobrepasar las 400.000 o 500.000; de ellas, 250.000 o 300.000 mortales (los datos difieren según diversas fuentes). La gran mayoría de las víctimas fueron civiles.El 2 de agosto de 1945, en la isla de Tinian, en las Islas Marianas, la fuerza aérea de ataque atómico estaba dispuesta para actuar. Durante las últimas semanas sus tripulaciones habían estado entrenándose con vuelos a la altura a la que se iba a realizar el definitivo, a 9.600 m, en misiones a Japón donde dejaban caer una única bomba sobre objetivos muy concretos.
Al B29 que transportaría la bomba se le retiró el armamento, dejando sólo la ametralladora de cola. Su comandante, Paul Tibbets lo bautizó con el nombre de su madre: “Enola Gay”, y a la bomba se la bautizó con el nombre de “Little boy” (Pequeño muchacho).
El 5 de agosto el Enola Gay, con Little boy en sus entrañas despegó de Tinian con destino a Japón escoltado por cinco B29. Uno destacado con misión de comprobar las condiciones meteorológicas, dos para medir las consecuencias del impacto, fotografiar y filmar, y otros dos como escolta. El objetivo era Hiroshima en primer lugar, y si su cielo no estuviese libre de nubes, lo que impediría registrar los efectos de la bomba, Nagasaki, Kokura o Niigata, la que mejores condiciones meteorológicas ofreciera.
El 6 de agosto, sobre Hiroshima el cielo estaba radiante y a las 8,15 el Enola Gay dejó caer la bomba atómica sobre el puente Aioi, centro geográfico de la ciudad. Sus habitantes, acostumbrados a ver pasar los B29 sin descargar sus bombas sobre ellos, se vieron sorprendidos por aquella gran explosión que en escasos segundos arrasó la ciudad en un radio de tres kilómetros.El Enola Gay se acercó por el norte junto al avión acompañante, a las 8:10, las compuertas se abrieron y un zumbido de advertencia fue escuchado en la cabina, todos los asistentes se colocaron gafas oscuras, tal cual se les había instruido. El bombardero Ferebee localizó el objetivo, el puente en forma de T sobre el río Ota, a un costado de la clínica del Dr. Shima.
* A las 8:15:17, el B-29 Enola Gay dejó caer la bomba atómica Little Boy (‘niño pequeño’) --según los escombros de Hiroshima, los relojes estaban parados justamente a las 8:16:15-- sobre el centro de la ciudad y se alejó a gran velocidad, haciendo un brusco giro de 150° hacia el noroeste en forma ascendente. Algunos testigos vieron además caer algunos paracaídas amarillos a lo lejos (eran los aparatos de medición del B-29 testigo, Número 91). La bomba cayó haciendo un ruido sibilante que no se percibió desde tierra. Para aumentar su alcance letal, la bomba estaba programada para iniciar la reacción nuclear a unos 640 m de altura. Esa altura sería determinada barométricamente (calculando la altura por la presión del aire) y —un sistema alternativo— por radar.
* A las 8:16:43, la bomba estalló a la altura convenida, con una explosión de la magnitud de 20.000 t de TNT.
* A las 16 milésimas de s de la detonación, se desplegó una bola de fuego primero violácea y luego de color blanco intenso y brillante como un flash fotográfico, con una temperatura de 50 millones de grados. Quienes vieron esa luz y vivieron para contarlo, quedaron ciegos permanentemente (muriendo meses después debido a la radiación).
* A las 25 milésimas de s, la bola alcanzó un diámetro de 300 m, que vaporizó instantáneamente a todas las personas dentro de la clínica Shima y a miles que circulaban directamente debajo del estallido. La presión ejercida por la onda expansiva inicial fue de varias ton/cm2 y comprimió enterrando varios metros las columnas de la Clínica Shima. En algunos instantes se creó una columna invisible cuya compresión resultó enorme; el calor y la presión instantánea vaporizaron a más de 80.000 personas. De ellos, solo quedaron sus sombras sobre el cemento vitrificado.
* A las 60 milésimas de s, la bola se expandió abrasando todo alrededor, a más de 500 m de radio y carbonizando con radiación infrarroja todo ser a 1,5 km del hipocentro.
* 2 s después de la detonación de la bomba, la onda expansiva comprimida, denominada «soplo de la explosión», había destruido todo alrededor de 2,5 km de distancia, incinerando a quienes se encontraban en ese sector. La onda expansiva de alta temperatura devastó con vientos de 800 km/h, destruyendo totalmente las construcciones ligeras del resto de la ciudad, haciendo que los pedazos de las construcciones ligeras de madera y similares, sirvieran como verdaderas flechas.
* En el cuartel del "2º Cuerpo del Ejército", a 800 m del hipocentro, el patio estaba lleno de militares ejercitándose, más un prisionero americano; súbitamente se transformaron en cadáveres humeantes. La batería antiaérea que estaba sobre la montaña Futaba (a 2000 m del centro) quedó parcialmente destruida por la onda expansiva. Pocas semanas atrás, desde allí habían derribado a dos B-24 que habían proporcionado a la Kempei Tai 13 prisioneros de guerra americanos.
En el momento de la explosión, dos de ellos trabajaban en el puerto mismo y cuatro más estaban en las celdas del castillo de Hiroshima; del resto no hay antecedentes.
Imagen de Nagasaki antes y después de la caída de la bomba atómica
* La bola de fuego comenzó a ascender, consumiendo miles de m3 de oxígeno. Las corrientes ascendentes crearon una columna de vacío que succionó contravientos hacia el hipocentro; se percibía un sabor a plomo en el aire.
* En ese momento, observadores hasta a 20 km de distancia de Hiroshima pudieron ver el hongo atómico ascendiendo completamente silencioso (el bramido los alcanzaría un minuto después, debido a que el sonido se mueve a 340,46 m/s).
* 5 s después del estallido, todo el daño estaba consumado.
El área inmediatamente afectada fue de 5 km² densamente poblados.
La onda expansiva transportó vientos recalentados a más de 500 °C hacia toda la ciudad. Hubo miles de casos de incineración súbita, carbonizaciones parciales y quemaduras de personas expuestas hacia el hipocentro del estallido, a más de 10 km del punto cero.
Se calcula que en Hiroshima de una población de 450.000 habitantes, la bomba mató en unos primeros instantes a más de 70.000 personas produciendo otros 70.000 heridos.A finales de 1945 el número de victimas mortales habría ascendido a más de 100.000, pudiendo llegar, pasados cinco años, a más de 200.000 el número de muertes sumadas las causadas por la radiación nuclear.
En Nagasaki, el número de víctimas causadas directamente por la explosión se estima en 40.000 mortales y 60.000 heridos de una población de 195.000 habitantes. A finales de 1945 el número de víctimas mortales ya podía estimarse en 70.000 pudiendo haber sido de 140.000 pasados cinco años.
Al día de hoy no es posible conocer el balance exacto de víctimas, las cifras que se dan son aproximaciones, existiendo diferentes cifras según las fuentes.
Otras fuentes aseguran que el número de víctimas mortales provocadas por la radiación y sus efectos a largo plazo es considerablemente inferior a las decenas de miles estando en realidad muy por debajo de esa cifra
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